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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Expo Vino y Pisco 2013: Abrirá puertas de cata, este jueves 26

Este año presentan nuevo concepto en maridaje de nivel internacional, con la participación de más de 150 bodegas de vino y pisco en su décima edición. Del jueves 26 al sábado 28 de setiembre, en el Círculo Militar de Chorrillos.

Expo Vino, en su edición X,  abrirá sus puertas este jueves 26 al sábado 28 de setiembre, en las instalaciones del Círculo Militar de Chorrillos (Av. Alameda Ayacucho 130).

Considerado el evento de cata de vinos más importante de Latinoamérica y el de mayor trascendencia en Perú, este año se reunirán 126 bodegas de vino y 24 de pisco.

Además, anuncian un nutrido programa de conferencias y degustaciones, así como el concurso Cata Ciega que premia a los mejores vinos y piscos de nuestra selección, realizado por expertos enólogos y sommeliers nacionales e internacionales.

Este año, Expo Vino, incluye el "Maridaje Restaurant", un innovador concepto de maridaje por primera vez presentado en Perú. Cada persona escoge un vino, 4 insumos asociados y el estilo de comida (opciones: cocina peruana, asiática, italiana o de autor) y 4 reconocidos chefs preparan el plato de su elección.

Participan los chefs Edu Sernaqué, del restaurant "Ari Quipay" (cocina peruana), David Tsui, del "Hanzo" (cocina asiática); Jorge Jimeno, "Don Vitto" (cocina italiana) y Andrés Orellana, de "Tr3z" (cocina de autor).

De otro lado, para los amantes del pisco, no faltarán los ganadores de la Gran Medalla de Oro, del año pasado: Sarcay de Azpitia Patrón Vicente (Acholado); Chalan de Oro Quebranta (No aromático); Biondi Moscatel (Aromático) y Don Santiago Toronel, de Santiago Queirolo (Mosto Verde).

Marcando más la diferencia, en esta edición de Expo Vino se incluirá una 'carta de aguas', como en los restaurantes más exclusivos del mundo. Esta carta destaca el valor del agua en el gusto al saborear un vino o realizar un maridaje. La carta incluye marcas mundiales de agua como Evian (Francia), Agua Voss (Noruega), S. Pellegrino (Italia), Aqua Panna (Italia), Badoit (Francia) y, por nuestra tierra, San Mateo.

También aseguraron su presencia restaurantes de primer nivel, en un ambiente cómodo y exclusivo, además de zonas de piqueos, que maridan con los vinos y piscos.

Expo Vino dentro de sus conferencias abordarán diversos temas del mundo del vino, que van desde "La realidad del vino en el Perú", hasta "Uruguay como país vitivinícola", "Los espumantes argentinos", "El pisco, destilado versátil" y ponencias sobre el vino argentino, chileno, italiano, entre muchos más, con especialistas de primer nivel.

Se premiará además a los ganadores del concurso "Expo vino", elegidos por un jurado conformado por expertos catadores, someliers y enólogos.

Datos:

El ingreso es a través de invitación o compra de entradas, con un costo de 180 soles. De venta de Teleticket de Wong y Metro.


USMP presenta cursos Negocios con Pisco


El Instituto del Vino y del Pisco (Idvip) de la Universidad de San Martín de Porres (USMP) presenta del 26 de setiembre al 28 de noviembre "Negocios con Pisco", programa que abarca los cursos: Marketing del Pisco, Inocuidad y HACCP en alimentos y bebidas, Bar manager, Organización de eventos, Technical english for Pisco, Rutas del Pisco: producto turístico y Logística en alimentos y bebidas.
En la plana curricular se encuentran destacados especialistas como Mario Vingerhoets, Ernesto Ramírez, Víctor Arancel, Manolo Camacho y Livio Pastorino, además de Roxana Mori y Jorge Inoñán.
Los cursos "Negocios con pisco" están dirigidos a profesionales de los sectores de turismo, gastronomía, para personas cercanas al ámbito de la coctelería, enoturismo, para los productores y promotores del Pisco y el público en general. Las clases se desarrollarán martes y jueves de 6:30 a 9:30 p.m. y sábados de 9:30 am a 12:30 m. Los costos fluctúan entre los S/. 150 y S/. 300, según características de cada uno.
Para más información y/o inscripciones puede comunicarse con el Instituto del Vino y del Pisco (Idvip) a los teléfonos 5136300 (Anexo 2189) - 998295554, entrar a la página web www.idvip.edu.pe o escribir al correo informes_idvip@usmp.pe.

Pisco y rocoto peruano a la conquista de Italia. Participaron en “Peperoncino Festival”

¿Cuánto en común pueden tener dos países geográficamente lejanos como Perú e Italia? Mucho más de cuánto se pueda pensar: Ambos atesoran una antigua tradición en la destilación y ambos aman el picante, sobre todo en el sur.
Así quedó demostrado del 11 al 16 de setiembre en la ciudad de Diamante (Calabria) en el transcurso del “Peperoncino Festival” (Festival del Picante), en el cual las variedades del ají peruano impresionaron a los italianos por su color, dimensión y versatilidad en la gastronomía. Desde el rocoto, al ají amarillo, ají limo, chinchuchos  y picantes selváticos hasta la presentación de las sabrosas cremas peruanas. Y qué decir del Pisco, que fue el gran señor en las presentaciones de la delegación peruana, liderada por Gladys Torres Urday, promotora cultural del Pisco y del Perú en Italia.
En la 21esima edición del “picante” encuentro, organizado por la ‘Accademia del Peperoncino’, el Pisco, destilado bandera del Perú, tuvo un lugar preponderante en los eventos paralelos del festival: en la inauguración de Mundo Pic (Mundo Picante), con la participación del presidente de la ‘Accademia del Peperoncino’,  Enzo Monaco; en la Universidad del Gusto, en presencia del chef Vincenzo Grisolia y en el ‘Teatro dei Ruderi’, que -tutelado por una antigua fortaleza medioeval- resultó ser un sugestivo escenario de la costa calabrés, ideal para resaltar a Su Majestad: El Pisco.
Ocho variedades colmadas de tradición e historia. Diferentes y renombradas haciendas pisqueras representando el arte del lambiche de Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna. El Pisco Sour, preparado para la ocasión en su versión picante, con el ají limo, que fue degustado por el exigente paladar italiano. En suma, una intensa participación del ‘made in Perú’ que –literalmente- dejó el gusto en los labios.
Pero la difusión del Pisco en Italia no queda allí. El domingo 29 de setiembre se celebrará el encuentro de dos culturas: Italia con su destilado por excelencia, la ‘Grappa’, y el Perú que presenta su destilado bandera: el Pisco.
Mazzetti d’Altavilla, la ‘grapperia’ más antigua del Piemonte, acogerá este evento patrocinado por el Consulado General del Perú en Turín y por varias entes e instituciones como la Región Piemonte, Provincia de Alessandria, municipalidad de Altavilla además del Consejo Regulador Denominación de Origen Pisco, Federación Italiana de Sommelier y hoteleros (Fisar) en Rosa, Fisar Turín, Asociación de Prensa Agroalimentaria y Mujeres de la ‘Grappa’.
Una cita que pondrá en confronto las respectivas y antiguas tradiciones destilatorias de ‘Grappa’ y Pisco que no sólo serán degustados en sus diferentes variedades sino que serán empleados en la gastronomía y en los aperitivos dulces, sin descuidar los originales cocteles que reflejan el mejor de su flexibilidad y riqueza sensorial.
Se podrán degustar las exquisiteces italianas y peruanas presentadas por hábiles chef y acompañadas por exhibiciones del folclore típico peruano e italiano. No faltará el Arte con “A” mayúscula:  el Perú será representado por la preciosidad de la estilista de joyas Delia Sánchez Albertazo en arte Urpi Yana que presentará sus creaciones realizadas con los frutos de la uva, mientras que Italia contará con el artista Claudio Rabino que inaugurará la fascinante muestra “Historia de Alquimia,  Magia y Fantasía”.
Así, dos países de grande excelencia agroalimentaria encuentran en sus respectivos destilados una secular identidad y un motivo más de integración de dos culturas históricamente unidas por la vid.

Desde Italia.-
Por: Ángela Roig Pinto

La vida y pasiones de Víctor V. Morris, creador del pisco sour - 2nda parte

Guillermo L. Toro-Lira, Michael P. Morris, Donna M. Morris - 1 de enero, 2009


’Vic’, como era familiarmente conocido, y yo nos volvimos amigos rápidamente, y hoy día destaca en my memoria como uno de los las mas correctos, finos, y mas generosos hombres que yo he conocido. Nelson Rounsevell, 1933.

Este artículo es la segunda parte del artículo titulado “La vida y pasiones de Víctor V. Morris, creador del pisco sour” publicado originalmente en internet en febrero de 2008 y re-publicado por la revista Dionisos en Lima, Perú en marzo del mismo año (No. 68). Está basado a partir de información familiar proveída por los descendientes de Víctor Morris, co-autores de esta segunda parte. La nueva información ha permitido ampliar varios aspectos de la vida de Morris tanto en Lima como en los Estados Unidos y también han ayudado a corregir algunos errores menores de la 1era parte.

La familia de Víctor V. Morris

En mayo de 1907 Rebecca Vary Morris, la hermana menor de Víctor, se convierte en la raíz de la rama californiana del futuro árbol familiar de los Morris cuando viaja de Salt Lake City, estado de Utah, a California para contraer matrimonio. Se casa el 29 de junio de 1907 con Robert Gwynn Officer en la ciudad playera de Pacific Grove, cercana a la ciudad de Monterey y a 60 millas al sur de la bahía de San Francisco. Al matrimonio acuden su madre Harriet Cecilia y su hermano Sidney Hooper. Víctor no pudo acudir a la ceremonia.

En 1910 Rebecca Morris se encuentra viviendo en la ciudad de Berkeley, localizada cruzando la bahía de la ciudad de San Francisco. Se dedicó al negocio de las bienes raíces (era dueña de la compañía Officer Realty) y junto con su esposo Robert Gwynn, un arquitecto muy exitoso, llegaron a tener un lugar de prominencia en la comunidad berkleyana. En enero de 1939 ambos sufren un accidente automovilístico cuando se revienta una llanta del carro que manejaba el esposo y de chocar contra un poste depués de caer en una quebrada. Sufren algunas laceraciones y contusiones, pero sobreviven. Rebecca fallece en Berkeley en 1961.

En 1904 Sidney Hooper Morris, hermano menor de Víctor y titulado de ingeniero de la Universidad de Utah, viaja al Perú para trabajar en la construcción del ferrocarril La Oroya a Cerro de Pasco. Luego de un par de años regresa a Utah, para luego en 1917 regresar al Perú cuando es contratado por la Cerro de Pasco Copper Corporation como jefe de ingeniería en la mina de Casapalca. Trabajó en el Perú hasta mayo de 1922. En 1929 se encontraba residiendo en San Francisco, California.

De acuerdo a los registros de imigración estadounidenses, Víctor Morris se casa en Cerro de Pasco con María Isabel Vargas Quintanilla Márquez el 28 de septiembre de 1905. María, que muchas veces no usaba ni la segunda parte de su apellido paterno (Quintanilla) ni su apellido materno (Márquez), nació el 7 de mayo de 1886 en el puerto del Callao.

María Vargas tuvo dos hermanos: Francisco, nacido el 26 de abril de 1876 y Rafael. Una de sus primas fue Mercedes Vargas Quintanilla Gamarra, esposa de don Luis Alberto Sánchez. Sánchez visitaba regularmente al bar de Morris y disfrutaba de sus pisco sours en la década de 1920. El padre de María, llamado también Francisco, fue un militar que nació en Ica aproximadamente en la década del 1850 y que combatió en la Guerra del Pacífico del 1879 al 1883.

Alrededor de 1910 Francisco Vargas, el hermano mayor de María, emigra a San Francisco, California, donde se dedica a trabajar en restaurantes de barcos a vapor de la marina mercante estadounidense. Entre 1917 y 1922 realiza por lo menos seis viajes de un mes o mas de duración entre los puertos de San Francisco, Panamá y Hawaii. Se casa con la mexicana Julia Gomar en 1922 y fallece en San Francisco en 1950, a los 74 años de edad. No tuvo hijos.

Rafael Vargas, el hermano menor de María, fue contratado por Víctor Morris el 2 de abril de 1922 para que trabaje en su bar. Rafael fue el quinto empleado del bar y puede haber sido uno de sus bartenders. Alrededor de 1927 emigra a Nueva York donde hasta por lo menos 1929, al igual que su hermano Francisco, trabaja en restaurantes de barcos a vapor de la marina mercante estadounidense, haciendo viajes entre dicho puerto y Cuba y Jamaica. Rafael se casa en Lima y tuvo dos hijos: Rafael y Carmen. Fallece antes de 1950. Su hija Carmen se casa con un Howard Hatton, también en Lima. Carmen contrae segundas nupcias y emigra al área de la bahía de San Francisco, donde tiene una hija.

Tanto Francisco como Rafael Vargas pudieron tal vez haber estado involucrados de alguna manera en el abastecimiento de licores y/o de fórmulas de cócteles de San Francisco, Nueva York u otros lugares al bar de Morris.

Víctor y María tuvieron tres hijos: Richard Peter, nacido en Cerro de Pasco el 23 de octubre de 1907; Robert Vaughen, nacido en el Callao el 29 de abril de 1910 y Juana Rebecca, nacida en Cerro de Pasco el 2 de febrero de 1912.

Richard Peter Morris Vargas, al cual de niño le gustaba mucho jugar a las canicas con los hijos de amigos de su padre, tuvo desde muy niño un carácter muy temperamental. Esto motivó que Víctor y María tomaran la decisión de enviarlo a estudiar al colegio militar estadounidense California Military Academy of Palo Alto, localizado al sur de la bahía de San Francisco y relativamente cercano a los lugares donde residian su tío Francisco Vargas y su tía Rebecca Officer. Esta decisión no fue del total agrado de Richard, el cual guardó un resentimiento contra sus padres por algunos años. Regresó a Lima en 1927 y vivió allí hasta la muerte de su padre en 1929, cuando con su madre, hermana y hermano emigran a San Francisco. En 1940 se enlista en el servicio militar estadounidense como mecánico de aviones. Se casa con Margaret Helen Courtney y tienen cuatro hijos. Por unos años reside en la zona del canal de Panamá, donde dado a sus raíces hispanas, es instructor de aviadores latinoamericanos. Después de regresar a California a fines del 1960 trabaja para el condado de Marín como traductor de documentos legales. En la década de 1960, Richard Morris mostró orgullosamente a uno de sus hijos una encliclopedia Británica que indicaba que su abuelo había inventado el entonces ya famoso pisco sour cóctel. Falleció en San Francisco en 1986.

Robert Vaughen Morris Vargas, se casó con la guatemalteca Emila Dolores Corzo y tuvo una hija en San Francisco. Emigró a México, donde murió el 19 de noviembre de 1968 y donde su hija actualmente reside [información corregida recientemente por una descendiente de Robert V. Morris]. Juana Rebecca Morris Vargas, tenía dotes de escritora, llegando inclusive a escribir una novela, hasta ahora inédita, acerca de sus experiencias en el Perú. En diciembre del 1935 se casó con el también guatemalteco Miguel Gomez Castillo en San Francisco, evento donde acudió el cónsul general de Guatemala y fue noticia de periódico tanto en esa ciudad como en Salt Lake City. Tuvo una hija.

La vida de Víctor Morris en Cerro de Pasco

A los pocos años de nacer, Víctor Morris sufrió un desgraciado accidente con un tranvía en su ciudad natal de Salt Lake City, estado de Utah, Estados Unidos, lo que resultó en la amputación de su pierna derecha, debajo de la rodilla. Morris usó el resto de su vida una prótesis de madera la cual llegó a controlar maestralmente, como se verá mas adelante.

Luego del asesinato de su hermano Burton y del veredicto de inocente dado a su asesino después de un juicio que califica como “una farsa” (descrito en la primera parte de este estudio), Víctor crea un resentimiento muy profundo en contra el sistema legal de Utah y de su sociedad en general. Debido a ese resentimiento, tal vez sumado a una sincera preocupación por su futuro, es que Víctor Morris decide irse a trabajar al Perú y buscar una vida completamente nueva.

El barco a vapor que trajo a Víctor Morris al Perú ancló en el puerto del Callao algún día entre julio y septiembre de 1903, cuando él contaba con 30 años de edad. Luego de una corta estadía en ese puerto y Lima, toma el ferrocarril central hacia el asentamiento minero de La Oroya, donde se encontraba un centro de operaciones de la compañía estadounidense Cerro de Pasco Railway Company, la cual estaba encargada de la construcción del tramo del ferrocarril entre esa localidad y el centro minero de Cerro de Pasco. Casi inmediatamente al llegar a La Oroya, si no antes, Morris da por primera vez las gracias al pisco por sus bondades en la alta y fría serranía peruana.

Morris trabajó inicialmente como cajero, a cargo del pago de los sueldos de los obreros del ferrocarril, y también como agente de esa empresa ferrocarrilera. Luego de que el ferrocarril fuera completado en julio de 1904, pasa a la posición de cajero y tesorero de la compañía Cerro de Pasco Mining Company, a cargo del pago de los sueldos de los mineros que trabajaban en las minas de cobre.

Durante una de las muchas “bajadas” de Cerro de Pasco a Lima que Víctor hizo en sus días libres y vacaciones, conoció a María Vargas Quintanilla Márquez con la cual, como ya se mencionó, se casa en 1905. Este matrimonio fue de caracter civil tal vez ante cónsul de los Estados Unidos. En 1907 nace su hijo mayor Richard Peter en Cerro de Pasco.

A fines de 1907 o principos de 1908, el siempre muy inquieto Víctor Morris renuncia y viaja con esposa e hijo a Panulcillo, un antiguo asentamiento minero localizado en Chile, cerca al puerto de Coquimbo. Según una fuente, este viaje fue en busca de fortuna personal. Es posible que Víctor haya comprado algunos intereses en minas de Panulcillo. Un beneficio paralelo de ese viaje fue que en el Perú de la época el clero no permitía matrimonio si uno de la pareja no era católico y por eso, posiblemente a fuerte demanda de María, decidieron irse a casar a Chile donde el clero de ese país permitía ese tipo de casamientos. Se casan religiosamente en julio de 1908 en la parroquia de Panulcillo. Se ha encontrado una partida de nacimiento que indica que Víctor y María tuvieron un hijo en Panulcillo llamado Víctor Justín Morris Vargas y nacido el 13 de mayo de 1908. Es casi seguro que este hijo haya muerto infante ya que no existe otro registro histórico de su existencia ni algún recuerdo familiar.

Sea cual fuera el resultado de sus empresas en Chile, los Morris deciden regresar al Perú a principios de 1910. En abril de ese año nace en el Callao otro hijo varón, Robert Vaughen. Poco tiempo después, Víctor regresa a Cerro de Pasco y vuelve a trabajar en la Cerro de Pasco Mining Company posiblemente en la oficina de tiempo del departamente de contaduría. En febrero de 1912 nace Juana Rebecca, su primera y única hija. Al año siguiente, los empleados de la oficina de tiempo deciden obsequiarle a Víctor una placa de plata con la siguiente inscripción: “A Mr V.V. Morris como prueba de estimación y aprecio de los suscritos empleados de la oficina de tiempo [cuatro nombres] Cerro de Pasco (Peru) Junio 1913”.

La vida en Cerro de Pasco se vuelve rutinaria, apacible y de relativa bonanza económica hasta mediados del 1914, cuando estalla la primera guerra mundial. Esto causa que la Cerro de Pasco Mining Company baje considerablemente la producción de cobre debido a la inestabilidad de los precios de ese metal en el mercado mundial. La empresa no estaba segura si debería de parar la producción y deciden acortan los turnos de trabajo de siete a solo tres días por semana. Esto les daba a los empleados cuatro diás libres a la semana y en la lejana Cerro de Pasco solo dos cosas se podían hacer con tanto tiempo libre: jugar y tomar.

El club Esperanza era uno de los favoritos sitios de reunión de los empleados de la Cerro de Pasco Mining Company. El club estaba ubicado dentro del cuartel general de la empresa, actualmente llamada Casa de piedra, un bello edificio de tres pisos localizado en la zona que desde 1860 fue la hacienda llamada La Esperanza, comprada a don Enrique Stone en 1907. El club contenía una libreria con decenas de libros y con una gran chimenea; un comedor, donde servían de desayuno panqueques con jamón y huevos con papas al costado; una sala de juego donde se jugaba poker hasta el amanecer casi todas las noches; y un bar con un gran surtido de licores locales y extranjeros, donde una de las bebidas mas populares era el high ball (whiskey con agua mineral y hielo, servido en vaso alto). Víctor Morris solía acudir regularmente al club Esperanza y aún mas en esos tiempos cuando tenía cuatro días libres por semana.

En una madrugada de agosto de 1914, Nelson Rounsevell, un aventurero ex-alcohólico y jugador profesional, residente de Oakland, California, baja de un vagón del tren, sin dinero pero con mucha hambre y frío, recién llegado a la estación localizada frente a la Casa de piedra y entra al club Esperanza. Después de algunos minutos de deambular sin que nadie le preste atención, Víctor Morris se le acerca y muy amigablemente le ofrece un trago en el bar, un buen “mañanero”. Rounsevell rechaza cortesmente pero acepta en vez comer un desayuno. Al día siguiente Víctor le consigue un trabajo de minero a 7 S/. por día, tres días a la semana. Rounsevell llega a ahorrar algo, pide dinero prestado y en una noche gana $800 jugando al poker en el club Esperanza. Sabiamente deja su trabajo de minero y decide dedicarse al juego de cartas a tiempo completo. Después de una semana de jugar poker por días y noches seguidas acumula la cantidad de $1,500.

Además de ser Víctor Morris miembro de la Logia de los Elks, como ya se mencionó en la primera parte de este estudio, también lo fué de la logia ‘El techo del mundo No. 1094’ de los masones (“Roof of the World No. 1094”). Esta logia, creada por mineros de habla inglesa de Cerro de Pasco en 1912, se reunía a 4,300 metros, el record de altitud de todas las legiones de los masones en el mundo.

A poco tiempo de llegar Rounsevell, también un masón, la logía decide hacer perenne el record cuando recibe permiso de la Gran Legión de Escocia para realizar una reunión especial a 5,300 metros de altura, en la cima del Monte Meiggs. Esa reunión se realizó el 29 de agosto de 1914 y participaron 29 masones de diversas logias del mundo. Salieron de Cerro de Pasco a las 6 de la mañana y luego de cambiar tren en La Oroya desembarcaron en la estación de Ticlio a medio día. Luego de muchas dificultades, 28 audaces miembros llegaron a subir a la cima del Monte Meiggs a las 3 de la tarde. Se realizaron las ceremonias pertinentes, se firmaron documentos y retornan a Cerro de Pasco todos bien cansados pero orgullosos, poco despues de media noche. Rounsevell admiró a Víctor Morris durante el evento cuando escribe en sus memorias: “La hazaña de un hermano merece especial atención; Víctor V. Morris, un miembro de la logia Techo del mundo, sufrió la pérdida de una pierna, justo debajo de la rodilla, hace muchos años; pero se ha convertido tan experto en el uso de una artificial que realizó la peligrosa subida sin aparente mayor fatiga y sin necesitar mas de ayuda que la de sus hermanos físicamente mas afortunados”.

La administración de la Cerro de Pasco Mining Company, comenzó a cuestionar la presencia de Rounsevell en el salón de juego del club Esperanza, ya que no era un empleado de la compañía. Morris y su amigo William “Bell” Taylor deciden convencer a Rounsevell para que tome la concesión de la casa de juego del club peruano Unión, localizado cruzando el tajo de la mina en el centro de Cerro de Pasco. Este club era muy frecuentado por hombres de negocio, políticos, doctores, abogados, tenientes de la policía y oficiales del ejército. Rounsevell acepta y luego de pedir algún dinero prestado remodela el dilapidado lugar de cinco cuartos en el segundo piso de una vieja estructura de adobe. Construyó una chimenea, un baño externo, puso alfombras y reorganizó los cuartos. Arregló la mesas de billar y la de jugar “ventiuno”, añadió una ruleta y una mesa de dados pintada para jugar “crap”. Morris garantizó personalmente las cuentas con las compañías distribuidoras de licor de Cerro de Pasco y de Lima.

La población peruana de Cerro de Pasco acudió en masa a la inauguración de la nueva casa de juego, la cual se realizó un sábado de agosto del mismo año. La sesión duró 36 horas seguidas y se bebieron todo tipo de licores en cantidades industriales. Rounsevell menciona que se sirvieron high balls, gin con vermouth (usando pisco en vez de gin este cóctel sería un capitán), vino, y champaña. Aunque Rounsevell no lo indica diréctamente, sería inconcevible suponer que pisco no haya sido servido en ese lugar ya que abundaba como agua en Cerro de Pasco.

Rounsevell maneja la casa de juegos hasta mediados de diciembre, luego de sufrir un robo que casi le resulta fatal y también por estar muy cansado del árduo clima y por haber bajado mucho de peso debio a la dieta del lugar. Zarpó del Callao con rumbo al canal de Panamá en enero de 1915.

No se sabe que pasó con la casa de juegos del club Unión después de la retirada de Rounsevell. Es posible que el mismo Víctor Morris haya estado a cargo del lugar al menos por algunos meses. También es muy plausible que Morris haya comenzado a experimentar con cócteles de pisco allí o tal vez mucho ántes en el bar del club Esperanza. Lo que si se sabe es que por ese tiempo, es que Víctor Morris decide abrir un bar propio en Lima.

La vida de Víctor Morris en Lima - El Morris’ Bar

Los problemas económicos de la Cerro de Pasco Mining Company se agudizan por la guerra mundial y se decide en 1915 consolidar la empresa con su hermana operación ferroviaria y otros intereses mineros para formar la Cerro de Pasco Copper Corporation. Varios empleos son eliminados por encontrarse repetitivos. A Víctor Morris tal vez le ofrecieron el máximo de tres días libres mas a la semana, lo cual no era muy conveniente que digamos, o tal vez pensó que abriendo un bar propio en Lima sería mejor para él. Sea como fuere, Morris viaja a Lima con su familia para comenzar otra etapa de su vida.

Víctor Morris inaugura el Morris’ Bar (Bar de Morris) en Lima el 1 de abril de 1916, coincidiendo con el Día de los inocentes de ese año. Nombra padrino a su amigo Daniel Babbitt. En mayo contrata a Leonídas Arteta, natural de Huánuco, y en noviembre a Augusto S. Rodriguez, natural de Trujillo. El bar es operado por Morris y esos dos empleados hasta febrero de 1919, cuando contrata a Hernán Bruijet, natural de Chincha Alta. El bar se comenza a popularizar. En 1920 contrata a Víctor Conde, natural de Cusco, en 1921 a Alfonso Matos, natural de Huánuco y en 1922 a Rafael Vargas, natural del Callao. En ese último año Morris decide comenzar un registro de visitantes.

Morris publica varias propagandas en publicaciones semanales dedicadas a la gente de habla inglesa de Lima como The West Coast Leader. Morris se concentra en la población de habla inglesa que estaba de paso por Lima, ya que en esos días no había en la ciudad establecimientos que fueran dignos para el paladar etílico del extranjero. Los mejores bares se encontraban dentro de clubs exclusivos, los cuales eran de dificil acceso para los foráneos en tránsito en Lima. Un buen ejemplo de las técnicas de mercadotécnia usada por Morris se puede apreciar entre enero y febrero de 1921, cuando la flota naval del atlántico de los Estados Unidos compuesta de siete grandes buques ancló en el Callao y se quedó por cuatro dias de celebraciones de paso a San Francisco. Sabiendo que la ley seca estaba vigente en ese país desde 1919, Morris publica en una edición especial diseñada para la ocasión por el West Coast Leader una aparentemente inofesiva propaganda anunciando la venta de oyster cocktails (ostras crudas con jugo de tomate servidas en vaso corto y sin alcohol) y también que en el Morris’ Bar se pueden encontrar todo tipo de “refrescos”. El mensaje fue tan bien telegrafiado por Morris que decenas de marineros acudieron a su bar, pero no en busca de algún jugo de tomate con ostras, las cuales dicho de paso son escasísimas en el Perú, si no del jugo puro de espíritu de Baco.

En el bar de Morris hubo una gran diversidad mixóloga y un gran deseo de experimentación, que probablemente tuvo sus raíces en Cerro de Pasco, en el bar del club Esperanza y tal vez en el de la Unión. El bar de Morris servían cócteles con nombres originales y desconocidos en la época como: perricholi, baby kiss (beso de bebé), fly-tax (impuesto a la mosca), beer in pisco (cerveza con pisco), strawberry cocktail (cóctel de fresas), el capitán (con cebolla), eddie, la hub, lo mismo, la libra, y doce huevos entre ellos. Pero el mas popular de todos y el que mas sobresalió fué el pisco sour.

En agosto de 1923 Víctor Morris decide llevar a su familia de vacaciones a San Francisco y a Salt Lake City. La zarpada del Callao en el barco a vapor S.S. Colusa es realmente apoteósica y digna. Toda la armada peruana, constituída de diez modernos buques, escolta al vapor por muchos cientos de kilómetros al norte. Pero esto no se hace para honrar al creador del nuestro pisco sour, si no para despedir al comandante estadounidense Capitán Frank B. Freyer, que regresaba a San Francisco con su familia luego de una permanencia de tres años en el Perú reorganizando y modernizando la armada peruana.

La familia Morris ancla en San Francisco a las 9:55 am del domingo 16 de septiembre, luego de disfrutar de un placentero viaje de 21 días en compañía de la familia Freyer. Posiblemente fueron recibidos en el muelle por su hermana Rebecca Officer, su cuñado Francisco Vargas y su hijo Richard Peter, que estudiaba en la academia militar de Palo Alto. Cruzan la bahía de San Francisco en el servicio de ferry y se hospedan en la ciudad de Berkeley en la calle 2612 Regent Street, a tres cuadras de la universidad. A las 2:20 pm del día siguiente se inicia un terrible incendio en una colina aledaña, a pocos kilómetros donde se encontraban. Esta conflagración, la peor en la historia de Berkeley, es controlada recién a las 10:00 pm y a unas pocas cuadras de donde se encontraban pero no antes de que 6,000 personas residentes vean sus lujosos hogares reducidos a cenizas. Ese primer día debe de haber sido un día de mucha emoción, ajetreo y miedo para los Morris, para no decir de mucho ruido y humo.

Después de una relativamente corta estadía en Berkeley y San Francisco, la familia visita Salt Lake City, la ciudad que había dejado hacía 20 años. El regreso de Morris a su ciudad natal fue noticia de periódico. Un artículo titulado “Ex-residente de Utah regresa de visita” publica interesantes acotaciones de Víctor como: “El Perú bajo la dirección del Presidente A.B. Leguía, está logrando avanzes tremendos en la agricultura y recursos industriales. Las dificultades de transporte están siendo superadas bajo la dirección de ingenieros norteamericanos y vastos programas están avanzando”. En otra de sus acotaciónes da una idea de la situación social en el Perú en esos días: “Siempre me perdí las revoluciones. Cuando hace algunos años hubieron problemas en Lima, me encontraba en el interior. Cuando regresé a Lima, hubo un brote de corta duración en algunos pueblos del interior”. Morris posiblemente se refiere en el segundo incidente a una escaramuza ocurrida en Cerro de Pasco en 1908 cuando un minero de Salt Lake City fué muerto de un balazo y la noticia fue publicada en periódicos de esa ciudad. La familia regresa a Lima en noviembre de ese año para luego repetir estos viajes de vacaciones en 1924 y 1925, durante la misma época del año y por igual duración.

Victor Morris no se limitó a publicar propagandas de su bar solo en el Perú. Sabiendo que una gran cantidad de gente de habla inglesa de paso por Lima provenía de Chile, decide publicar propagandas en una revista semanal publicada en inglés en el puerto de Valparaíso. Morris publica entre julio y agosto de 1924 en la revista South Pacific Mail de ese puerto lo siguiente (tradución de una sección): (El Morris’ Bar) ha sido notado por muchos años por sus “Pisco Sours” y por su reputación (por servir) “Licores Legítimos”. Esa es la propaganda mas antigua que existe acerca de la venta de pisco sour en un bar del mundo y antecede por cuatro años la primera publicada en Lima por Cipriano Laos en su directorio de 1928.

Se podría decir que Víctor Morris fué un hombre muy afortunado, ya que además de crear un buen bar en el lugar perfecto, en el momento perfecto y para la clientela perfecta, tuvo la suerte de ganar la lotería de Lima, la cual fue compartida con una o mas personas. El bar prospera rápidamente hasta 1925, cuando existe un pico de popularidad para luego decaer y mantenerse constante.

El momento de crecimiento corresponde con la inauguración de la plaza San Martín en 1921, un nuevo y segundo foco comercial de Lima localizado a poca distancia. La decadencia comienza con la apertura del Hotel Bolivar en 1925 y se solidifica con la apertura del Hotel Country Club y otros clubes asociados en 1927. Ambos hoteles eran de lujo y tenían bares y restaurantes modernos que, poco a poco, le iban restando en la exclusividad y en la novedad cóctelera. La gente de habla inglesa solo de paso por Lima o de estadía temporal ya tenía otras alternativas. Cuatro de los bartenders originales del bar de Morris se van a trabajar a bares competitivos, llevándose con ellos los secretos de los cócteles, entre ellos el del pisco sour.

La última fecha de entrada al registro del bar es en febrero de 1929. Alrededor de esa fecha Víctor Morris enferma gravemente de cirrosis y declara al bar en bancarrota voluntaria. Su salud había decaído hacía ya un par de años. Fallece el 11 de junio de ese año, a los 55 años de edad. María se encarga de la disposición de los activos del bar, trata de recolectar unas deudas y luego emigra a San Francisco donde residían su hermano Francisco Vargas, su cuñada Rebecca Officer y su cuñado Sidney Morris. Zarpa del Callao con sus tres hijos el 18 de diciembre a bordo del vapor S.S. Charcas y ancla en San Francisco el 9 de enero de 1930.

El pisco sour en Lima después de Víctor Morris

Hubo un deseo de preparar pisco sour en el Hotel Bolivar a principios de la década de 1930. Entre el 13 y 14 de noviembre de 1930 alrededor de 700 empleados y familiares de la Cerro de Pasco Copper Corporation huyen de las minas de Cerro de Pasco debido a serios disturbios causados por mineros cerropasqueños y se refugian en el Hotel Bolivar de Lima. El 24 de ese mes hay un choque justo frente al hotel entre miembros de la Unión Social, que apoyaba la revolución de Luis Sanchez Cerro, y otras facciones. A pedido del embajador estadounidense Fred M. Dearing la entrada al hotel es cerrada y protegida por guardias. Cientos de trabajadores de la compañía estadounidense, muchos de ellos afanados del pisco sour de Morris, se encuentran básicamente atrapados por varios días. Tal cantidad de gente selecta junta debió haber llevado al límite la capacidad de producción cóctelera del hotel, la cual pudo haber estado dirigida por algún abnegado ex-discípulo de Morris.

Unos meses después en julio de 1931, la hija de una familia de estadounidenses que participó en dicho evento, escribe una interesante descripción del hotel y de su bar: El lobby del Bolivar es circular, con una alfombra redonda en el centro; alrededor de las paredes interiores se encuentran mesas para dos, cuatro o seis personas, con lindos muebles y palmeras; también hay una enorme cúpula tragaluz con vidrios de colores. Aquí la gente se apila por horas y horas tomando y comiendo. El Bolivar tiene su bar propio donde se sirven todo tipo de tragos. Son realmente muy generosos y te sirven papitas fritas, aceitunas y cebollas blancas maceradas en vinagre, las cuales por lo general causan ordenar mas tragos, o sea que son bien astutos.

Ya en 1938 el pisco sour era muy popular en varios establecimientos de Lima. En noviembre de ese año un reportero estadounidense escribe una nota por motivo de la Conferencia Panamericana de Lima donde indica que los delegados estadounidenses se "podrían sentar dentro de la cúpula del lobby del Gran Hotel Bolivar junto a un pisco sour".

La Octava Conferencia Panamericana de Lima duró desde el 9 al 30 de diciembre de 1938. Participaron 21 naciones y alrededor de 120 delegados. El hotel Bolivar, que lució una gran propaganda de la Viña Tacama del lado de la avenida La Colmena, albergó a la delegación estadounidense. Durante la conferencia también se hicieron celebraciones en el Lima Country Club, el Club Nacional y el Club Lawn Tennis de la Exposición.

En marzo de 1939 una visitante estadounidense da una interesante información acerca de la popularidad del pisco sour en la Lima de esos días: "Entramos al Hotel Bolivar el cual es bien nuevo (y es el sitio de reunión del contingente americano) y nos quedamos ahí lo suficiente como para tomar un par de “pisco sours” los cuales son bien frios y refrescantes. Todos en Lima toman pisco sours como en Jamaica toman planters punch. Los peruanos sin embargo desprecian al Bolivar y prefieren el centenario Hotel Maury con sus salones de mármol blanco construidos alrededor de un patio, con preciosos espejos españoles y candelabrios de cristal enormes dándole al lugar una apariencia del viejo mundo. Los mozos han estado ahí por lo menos 30 años y pretenden no hablar inglés. Hay cuatro balcones con pilares moriscos pintados con una linda orquídea que cercan un patio central donde cenamos y la comida fue deliciosa. Tomamos un vino nativo peruano, Rhein Amurr, a sesenta y cinco centavos la botella".

El pisco sour en Chile

La actual histografía chilena acerca del origen del pisco sour en ese país en el siglo XIX es incomprobable. No se ha encontrado documento alguno, nota periodística, o relación verificable publicada en Chile o en otro país que de indicios que el pisco sour chileno se origina antes que el de Víctor Morris en Lima. Hasta el momento el documento mas antiguo que se ha encontrado publicado en Chile con el nombre de “pisco sour” es la propaganda que el mismo Morris publicó en julio de 1924 en Valparaíso, ya mencionada.

El registro del bar de Morris contiene un comentario acerca de la posible existencia de pisco sour chileno en 1927. El 10 de junio de ese año el estadounidense D. Martin, proveniente de Rancagua, Chile, escribe el siguiente comentario (traducido): "Los pisco sours son mejores que los de Chile", indicando la calidad del cóctel de Morris en comparación al posible pisco sour chileno, pero Martin a lo mejor comparaba cócteles a base de pisco de manera genérica.

El documento mas antiguo que se ha encontrado que prueba la existencia de pisco sour chileno data de noviembre de 1928. El 11 de ese mes el periódico Los Angeles Times publica el relato de un Fred Hogue que visita Santiago a fines de octubre donde indica que tomó dos pisco sours en el club Unión. Incidentalmente, Fred Hogue también visitó el Morris Bar a su paso por Lima y se registra en el bar el 17 de octubre de ese año.

El club Unión de Santiago era un club muy antiguo y exclusivo frecuentado por presidentes y gente importante de la sociedad chilena. Don Emiliano Figueroa, ex-presidente chileno y embajador de Chile en el Perú, que visita el bar de Morris el 28 de septiembre de 1928 donde prueba pisco sour, era un socio de ese club. Como anécdota , Figueroa fallece en un accidente automovilístico en 1931, luego de visitar el club Unión con unos amigos.

La fuente mas antigua de la palabra “pisco sour” asociada con el bar de Morris proviene de don Luis Alberto Sánchez el cual la publica en un artículo de la revista Hogar de Lima en septiembre de 1920. El comentario mas antiguo acerca del pisco sour encontrado en el registro del bar es de octubre de 1923, aunque hay que anotar que el registro se inició en 1922.

Dado a que no hay documentos que verifiquen la existencia de pisco sour en Chile antes de la apertura del Morris Bar en 1916, o tal vez unos años antes, se puede concluir que el pisco sour chileno se crea aproximadamente al mismo tiempo que los pisco sours preparados en los establecimientos limeños que compitieron con el bar de Morris, es decir los hoteles Bolivar, Maury y Country Club, entre otros.

La fórmula del pisco sour de Víctor Morris

Mucho se ha escrito y especulado sobre de la receta del pisco sour de Victor Morris, la cual desgraciadamente todavía no se ha encontrado. El registro del bar da una indicación importante acerca del cóctel. En octubre de 1927 un frecuente viajero estadounidense llamado Tom (de apellido ilegible) escribe: “The Pisco Sours get better every trip” (Los pisco sours mejoran en cada viaje) lo cual indica que la fórmula del pisco sour no era estática, es decir, que Morris la mejoraba con el tiempo.

Es poco probable que el tan alabado pisco sour haya sido hecho simplemente mezclando pisco con jugo de limón, azúcar y hielo, como lo era el whiskey sour de la época y que esa sencilla mezcla le haya dado las características tan disfrutadas y comentadas por los visitantes del bar en la década de 1920. No se ha probado que Morris llegó a usar clara de huevo y amargo de angostura, como tiene el pisco sour en la actualidad, pero lo que si se sabe es que Morris usó esos dos ingredientes en otros cócteles que servía en su bar.

Habían ciertas reglas en la ciencia cóctelera de esa época las cuales muchas han pasado al olvido o se han confundido. Por ejemplo, la palabra “cocktail” (cóctel) que actualmente se usa de forma genérica para describir cualquier bebida mezclada con licor, originalmente se usaba solo para describir las mezclas con componente amargo. El mas popular ingrediente diferenciador era el amargo de angostura, creado en Venezuela en la década de 1850. Victor Morris sirvió en su bar varios tragos denominados “cocktails”, como por ejemplo el morris cocktail, el pisco cocktail y el strawberry cocktail, los cuales, por definiciones de la época, contenían amargo de angostura.

Los tragos que tenían la palabra “silver” contenían clara de huevo y los que tenían la palabra “golden” contenían la yema de huevo. Morris sirvió tragos con ambos nombres: el silver fizz y el golden fizz (la palabra “fizz” indicaba que el trago también contenía agua de soda y es el nombre onomatopéyico del sonido de las burbujas de la soda). Morris tenía en su bar todos los ingredientes necesarios para hacer un pisco sour con la fórmula actual: pisco, jugo de limón, azúcar, clara de huevo, hielo, y amargo de angostura. También hay que anotar que por lo menos desde 1910 existía en los Estados Unidos un popular cóctel llamado silver sour el cual era básicamente un pisco sour moderno pero hecho a base de gin y sin el amargo de angostura.

Por otro lado, los hijos de Richard Peter están de acuerdo de haber escuchado de su padre que la fórmula original contenía goma arábiga, la cual era batida con azúcar y que el cóctel se tomaba con una cañita de abajo hacia arriba. Hay que anotar que Richard tenía ventiún años en 1928, probó el pisco sour de su padre y lo preparó para su familia y amigos por muchos años después.

Jarabe de goma es una materia prima cóctelera con nombre también confundido por el tiempo. Originalmente era una mezcla de azúcar, agua y goma arábiga, de allí la “goma” parte del nombre. Con el transcurso del tiempo se omitió la goma arábiga pero se le siguió llamando jarabe de goma, cuando en realidad la mezcla era un simple almíbar. En la actualidad, la azúcar del pisco sour se suele reemplazar por ese mal llamado almíbar. Ahora se sabe, por lo descrito por sus nietos, que Víctor Morris usaba en sus pisco sours una variación del jarabe de goma primordial.

(FOTO 1). La logia masónica ‘El techo del mundo No. 1094’ en la cima del Monte Meiggs a 5,300 metros de altura el 29 de agosto de 1914. Víctor Morris se encuentra parado, en el medio, con un bastón en la mano derecha. (Foto cortesía de Eduardo Dargent)