Cartas emitidas durante el gobierno del general San Martín
ratifican la peruanidad del pisco. Se trata de correspondencia entre el
argentino Bernardo Monteagudo y el chileno Luis de la Cruz.
29/4/2019
Seis documentos oficiales, que datan de principios del siglo
XIX y que aquí revelamos para el público, permiten observar la continuidad
histórica, trascendencia cultural y el valor económico del pisco para la
República peruana.
Son documentos que forman parte de la correspondencia
oficial remitida por el ministro de Guerra y Marina del Perú, el argentino
Bernardo Monteagudo (1789-1825), a la Dirección General de Marina del Perú,
dirigida entonces por el chileno Luis de la Cruz (1768-1828).
Se trata de misivas del Estado que fueron emitidas apenas
cinco meses después de declarada la independencia por el general argentino José
de San Martín, el 28 de julio de 1821, junto a otros miles de peruanos y
sudamericanos independentistas.
Movimiento comercial
Es el intercambio de correspondencia referida al movimiento
comercial, portuario y de embarcaciones entre Lima y la sureña localidad de
Pisco, lugar de la región Ica al que le debe su nombre esta bebida de bandera
nacional.
El primer registro de exportación de pisco, en este caso a
Estados Unidos, se remonta a 1830, con destino a San Francisco, California. Las
cartas que aquí presentamos son de 1821 y 1822.
Joven república
En el Perú, el argentino Monteagudo ocupó el cargo de
ministro de Guerra y Marina del Perú, entre el 3 de agosto y el 25 de octubre
de 1821; y entre octubre de 1821 y julio de 1822 ocupó el cargo de ministro de
Gobierno y Relaciones Exteriores. Bajo ambos cargos firmaría cartas aquí
consignadas. Por su parte, el chileno Luis de la Cruz no solo fue director
general de la Marina Peruana, sino también en 1822 fue ascendido a general de
división y a gran mariscal, el 5 de febrero y el 25 de marzo, respectivamente.
Datos históricos
Estos seis documentos se encuentran en una publicación del
Museo Naval del Perú, la cual fue impresa en los Talleres de la Imprenta de la
Marina en enero de 1962 y cuyo autor fue el capitán de navío Julio J. Elías
Murguía. Hoy, damos a conocer el contenido de esas cartas redactadas hace unos
200 años.
Está demostrado desde fines del siglo XVI que el pisco, al
ser un destilado o aguardiente de uva, solo se produce en el Perú, por lo cual
como bebida de origen nacional recorre 5 siglos de historia del país. La
historia empezó en 1560, año en que Francisco de Caravantes introdujo la uva
europea en nuestro país para elaborar vino para las misas.
Los patriotas Bernardo Monteagudo y Luis de la Cruz
trabajaron durante el gobierno de San Martín en poner orden administrativo en
un momento en que se terminaban los tres siglos de Virreinato español y el Perú
se convertía en un país libre.
Ambos militares, hombres de confianza de San Martín, habían
luchado también por la independencia de sus respectivos países, y es esa
experiencia la que pusieron al servicio de la nación peruana luego de que San
Martín asumiera el Protectorado del Perú.
Sus testimonios en relación con el pisco adquieren una
relevancia histórica para el Perú y el mundo por cuanto no permiten duda alguna
respecto a su denominación de origen. Los dos cuentan con una larga y respetada
trayectoria en sus respectivos países.
En estas cartas históricas que presentamos a los lectores de
El Peruano, al pisco se le denomina aguardiente como un sinónimo de destilado.
La bebida es elaborada a partir del vino fermentado de ciertas variedades de uvas.
(*Ítalo Sifuentes Alemán)
* Durante su investigación sobre el licor, Ítalo Sifuentes
halló las cartas en el Museo Naval del Perú del Callao.
Político argentino. Bernardo
Monteagudo firmaría las cartas como ministro de Guerra y titular de
Gobieno y RR. EE. (Publicado en el Diario El Peruano)