Seco de cordero, tiradito de lenguado, ají de gallina y, por supuesto, ceviche son algunos de los platos que se degustarán en el festival de comida peruana que se inauguró hoy en un hotel de Quito y que aspira a hermanar a los dos países, al menos en lo que al paladar se refiere.
"Es un acercamiento cultural, un vehículo que nos integra un poco más a peruanos y ecuatorianos", dijo a Efe Javier León Olavarría, embajador de Perú en Ecuador, al lado de una mesa repleta de botellas de pisco.
Lejos ha quedado la memoria de la breve guerra no declarada que enfrentó a los dos países en 1995, los aromas del escabeche de pollo y el arroz con mariscos no dan lugar a pendencias y sí a un momento de sentarse, saborear y conversar.
El festival se inauguró hoy con una rueda de prensa y una recepción para diplomáticos y otras personalidades, pero los quiteños sólo podrán unirse a la celebración el lunes, cuando el hotel comenzará a servir los platos durante la cena, con una carta que mantendrá hasta el 3 de abril.
Uno de los chefs que ha preparado el menú es el peruano Christopher Mandur, a quien le seduce el tradicional ceviche con corvina o lenguado.
A su juicio, una de las claves de la cocina de su país es el ají, usado para elaborar salsas picantes, "pero no un ají tan tosco, sino un ají de más sabor, ése es el toque especial".
Además, su gastronomía se beneficia de la variedad de climas del país, que generan ingredientes muy variados. "Tenemos por aporte de la sierra sus tubérculos, por aporte de la selva sus frutas exóticas y sus ricos pescados, y la costa ni qué decir", explicó a Efe Mandur.
Con esos elementos básicos cada oleada de inmigrantes llegada a Perú ha elaborado platos diferentes, de acuerdo con sus tradiciones y su imaginación.
León, por su parte, explicó que la culinaria "se nutre de ingredientes autóctonos que se mezclan con los aportes que han venido del extranjero".
"La comida española llegó con la colonia, y más adelante con la república llegó la comida china, la africana, la italiana, la japonesa, que ha hecho una suerte de fusión que genera esta innovación permanente que tenemos en la gastronomía peruana", dijo.
Al embajador, como hombre de la provincia norteña de Piura, lo que no se le resisten son los secos de chavelo, los tamalitos verdes y el cabrito. Desde el lunes los quiteños podrán decidir si comparten con el diplomático el gusto en el comer.
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